1 Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde; tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen, porque son una casa rebelde.
3 Por tanto, tú, hijo de hombre, prepárate enseres de destierro y sal de día a la vista de ellos. Y te pasarás de tu lugar a otro lugar a la vista de ellos; tal vez lo consideren, aunque son una casa rebelde.
4 Y sacarás tus enseres, como enseres de destierro, de día a la vista de ellos; pero tú saldrás al atardecer a la vista de ellos, como quien sale en cautiverio.
5 Ante sus propios ojos abre un hueco en la pared y sal por él.