42 Y se oyó allí el bullicio de una multitud que se solazaba con ella; y con los hombres de la gente común fueron traídos los sabeos del desierto; y pusieron brazaletes en sus manos y hermosas coronas sobre sus cabezas.
43 Y dije de aquella que estaba consumida por sus adulterios: ¿Cometerán ahora fornicaciones con ella, y ella con ellos?
44 Porque han venido a ella como quien viene a una mujer ramera; así vinieron a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas.
45 Por tanto, hombres justos las juzgarán como se juzga a las adúlteras y a las que derraman sangre; porque son adúlteras, y hay sangre en sus manos.
46 Por lo que así ha dicho Jehová el Señor: Yo haré subir contra ellas una multitud y las entregaré al terror y al saqueo;
47 y la multitud las apedreará y las atravesará con sus espadas; matará a sus hijos y a sus hijas, y sus casas consumirá con fuego.
48 Y haré cesar la perversidad de la tierra, y escarmentarán todas las mujeres y no harán según vuestra perversidad.