4 Y si en la piel de su carne hay mancha blanca, pero no parece más hundida que la piel, ni su pelo se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado durante siete días.
5 Y al séptimo día el sacerdote le mirará; y si la llaga a su parecer se ha detenido y no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote le volverá a encerrar por otros siete días.
6 Y al séptimo día el sacerdote le reconocerá de nuevo, y si parece haberse oscurecido la llaga y no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio; era erupción. Y lavará sus vestidos y será limpio.
7 Pero si se ha extendido la erupción en la piel después que él se haya mostrado al sacerdote para su purificación, será visto otra vez por el sacerdote.
8 Y si al reconocerlo el sacerdote, ve que la erupción se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará impuro; es lepra.
9 Cuando haya llaga de lepra en el hombre, será llevado al sacerdote;
10 y el sacerdote le mirará, y si hay un tumor blanco en la piel, y el pelo se ha vuelto blanco y se descubre asimismo la carne viva,