3 y el sacerdote saldrá fuera del campamento; y le mirará, y si ve que está sana la llaga de la lepra del leproso,
4 el sacerdote mandará que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas y limpias, y madera de cedro, y grana e hisopo;
5 y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas;
6 después tomará la avecilla viva, y el cedro, y la grana y el hisopo, y los mojará junto con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas vivas.
7 Y rociará siete veces al que ha de ser purificado de la lepra y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva a campo abierto.
8 Y el que ha de ser purificado lavará sus vestidos y se afeitará todo el pelo y se lavará con agua, y quedará limpio; y después entrará en el campamento y morará fuera de su tienda siete días.
9 Y acontecerá que al séptimo día, se afeitará todo el pelo de su cabeza, y la barba y las cejas de sus ojos; o sea, se afeitará todo el pelo y lavará sus vestidos y lavará su cuerpo en agua, y quedará limpio.