34 Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, y ponga yo mancha de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión,
35 vendrá el dueño de la casa y dará aviso al sacerdote, diciendo: Algo como una mancha ha aparecido en mi casa.
36 Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa antes que el sacerdote entre a examinar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que esté en la casa; y después el sacerdote entrará a examinar la casa.
37 Y mirará esa plaga, y si se ven manchas en las paredes de la casa, cavidades verdosas o rojas, las cuales parecieren más hundidas que la pared,
38 el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y cerrará la casa por siete días.
39 Y al séptimo día volverá el sacerdote y la mirará; y si la mancha se ha extendido en las paredes de la casa,
40 entonces mandará el sacerdote arrancar las piedras en que esté la plaga, y las echarán fuera de la ciudad, en un lugar inmundo.