36 Y a los que queden de vosotros, les infundiré en sus corazones tal cobardía en la tierra de sus enemigos que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como se huye ante la espada y caerán sin que nadie los persiga.
37 Y tropezarán los unos con los otros como si huyeran delante de la espada aunque nadie los persiga; y no podréis resistir frente a vuestros enemigos.
38 Y pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá.
39 Y los que queden de vosotros se pudrirán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y también por la iniquidad de sus padres se pudrirán con ellos.
40 Si confiesan su iniquidad y la iniquidad de sus padres, por su transgresión con que transgredieron contra mí, y también porque anduvieron en contra de mí,
41 yo también habré andado en contra de ellos y los habré llevado a la tierra de sus enemigos; y si entonces se humilla su corazón incircunciso y aceptan el castigo de su pecado,
42 entonces yo me acordaré de mi convenio con Jacob, y asimismo de mi convenio con Isaac y también de mi convenio con Abraham me acordaré; y haré memoria de la tierra.