2 Las naciones del mundo les ayudarán a regresar, y los que lleguen a vivir en su tierra les servirán. Los que esclavicen a Israel serán esclavizados. ¡Israel gobernará a sus enemigos!
3 En el día maravilloso en que el SEÑOR dé a su pueblo reposo de la pena y el temor, de la esclavitud y las cadenas,
4 ustedes se mofarán del rey de Babilonia y dirán: «¡Grandísimo matón, por fin te llegó tu día,
5 porque el SEÑOR ha aplastado tu impío poder y ha quebrantado tu perverso gobierno!».
6 Tú perseguiste a mi pueblo con incesantes golpes rabiosos y tuviste a las naciones entre tus crueles garras. La tuya fue una tiranía desenfrenada.
7 ¡Mas por fin toda la tierra está en reposo y tranquilidad! Todo el mundo comienza a cantar.
8 Hasta los árboles de los bosques —los pinos y cedros del Líbano— entonan este cántico jubiloso: «Quebrantado está tu poder, nadie más nos inquietará; por fin tenemos paz».