10 ¡Nos dice las cosas una y otra vez, renglón por renglón, con palabras tan simples!»
11 Pero no quieren escuchar, ¡el único idioma que entienden es el castigo! Por eso Dios los castigará enviando contra ellos extranjeros que hablan extraña jerga, ¡sólo así le escucharán!
12 Podrían disfrutar de reposo en su propia tierra si obedecieran a Dios y fueran generosos y buenos. Eso les dijo el SEÑOR, pero no quisieron oírle.
13 Entonces el SEÑOR se lo dirá claramente, y se lo repetirá una y otra vez con palabras sencillas hasta donde pueda. Pero ellos tropezarán en este mensaje sencillo y directo; caerán y serán quebrantados, atrapados y capturados.
14 Oigan por tanto la palabra del SEÑOR, burlones gobernantes de Jerusalén:
15 Han firmado pacto con la muerte, dicen, y se han vendido al diablo a cambio de su protección contra los asirios. «No podrán tocarnos», dicen, «pues estamos protegidos por uno que los engañará y los burlará».
16 Pero el SEÑOR Dios dice:«¡Miren, estoy poniendo en Sión una piedra como fundamento; es de gran belleza y probada en su resistencia y rectitud, muy segura para edificar sobre ella! El que crea jamás tendrá que huir otra vez.