14 Deshabitados quedarán los palacios y las mansiones, y vacías las ciudades populosas. Montaraces manadas de burros y cabras pastarán en los montes donde estaban las torres de vigía.
15 Hasta que al fin desde el cielo se derrame el Espíritu sobre nosotros. Entonces volverán a producirse enormes cosechas,
16 entonces la justicia regirá en todo el país
17 y, fruto de la justicia, la paz. La quietud y la confianza reinarán para siempre.
18 Mi pueblo vivirá en seguridad y tranquilidad en su tierra.
19 Pero los asirios serán destruidos y arrasadas sus ciudades.
20 Y Dios bendecirá grandemente a su pueblo. En dondequiera que siembren se producirán abundantes cosechas, y sus rebaños y manadas pastarán en verdes prados.