10 Quítales la inteligencia, tápales los oídos y ciérrales los ojos. No quiero que vean, oigan ni entiendan, ni que se vuelvan a mí para que los sane.
11 Entonces dije:—Señor, ¿cuánto tiempo pasará antes que estén dispuestos a escuchar?Y él respondió:—No será sino hasta que sus ciudades sean destruidas y no quede persona con vida, y todo el país esté desolado,
12 y todos sean llevados como esclavos a países lejanos, y toda la tierra de Israel quede desierta.
13 Pero la décima parte, un remanente, sobrevivirá; y aunque Israel sea invadido y destruido una y otra vez, será como árbol talado que aún conserva vida para retoñar.