6 Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres aceitunas en la rama más alta, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová, el Dios de Israel.
7 En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
8 Y no mirará a los altares, obra de sus manos, ni verá lo que hicieron sus dedos, ni las imágenes de Asera ni los altares de incienso.
9 En aquel día, sus ciudades fortificadas serán como lugares abandonados en el bosque, o como la rama más alta que fue abandonada delante de los hijos de Israel; y habrá desolación.
10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación y no te acordaste de la roca de tu fortaleza; por tanto, plantarás plantas hermosas y sembrarás sarmiento extraño.
11 El día en que las plantes, las cercarás con cuidado y por la mañana harás que su semilla brote; pero la cosecha será un montón en el día de la angustia y del dolor desesperado.
12 ¡Ay!, multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y el bramido de pueblos que braman como el bramido de muchas aguas.