2 Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada ni muertos en guerra.
3 Todos tus gobernantes huyeron juntos; sin arco fueron capturados; todos los tuyos fueron atados juntos, aunque habían huido lejos.
4 Por esto dije: Apartad de mí la mirada; lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.
5 Porque día es de alboroto, y de atropello y de confusión, de parte del Señor Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar el muro y clamar al monte.
6 Y Elam tomó la aljaba con carros y con jinetes, y Kir sacó el escudo.
7 Y acaeció que tus hermosos valles se llenaron de carros, y los de a caballo se apostaron a la puerta.
8 Y quitó la defensa de Judá; y miraste en aquel día las armas de la Casa del Bosque.