9 Y visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo.
10 Y contasteis las casas de Jerusalén y derribasteis casas para fortificar el muro.
11 E hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo, pero no tuvisteis en cuenta al que lo hizo ni mirasteis al que lo hizo hace mucho tiempo.
12 Por tanto, el Señor Jehová de los ejércitos llamó en aquel día a llanto y a lamentación, y a raparse la cabeza y a vestir de cilicio.
13 Y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
14 Y esto fue revelado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Esta iniquidad no os será perdonada hasta que muráis, dice el Señor Jehová de los ejércitos.
15 Jehová de los ejércitos dice así: Ve, ve a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile: