2 Parten para descender a Egipto, pero no han preguntado de mi boca, para fortalecerse con la fuerza de Faraón y buscar refugio a la sombra de Egipto.
3 Pero la fuerza de Faraón será vuestra vergüenza; y el refugio a la sombra de Egipto, vuestro oprobio.
4 Porque aunque sus príncipes estaban en Zoán, y sus embajadores llegaron a Hanes,
5 se avergonzarán todos de un pueblo que no les sirve de nada, ni los socorre ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio.
6 Profecía sobre las bestias del sur: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente ardiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de camellos, a un pueblo que no les será de provecho.
7 Y Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto, yo lo he llamado Rahab, la inmóvil.
8 Ve ahora, y escríbelo en una tabla delante de ellos, y regístralo en un libro para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.