1 ¡Ay de ti, que saqueas y nunca fuiste saqueado; que cometes traición, cuando nadie a ti te ha traicionado! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de cometer traición, te traicionarán a ti.
2 Oh Jehová, ten misericordia de nosotros; a ti te hemos esperado; se tú brazo de ellos cada mañana; sé también nuestra salvación en tiempo de tribulación.
3 Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú.
4 Y vuestro botín será recogido como cuando se recogen las orugas; él correrá entre ellos como corren las langostas de una parte a otra.