12 Mi morada ha sido arrebatada y alejada de mí, como tienda de pastor. Como tejedor enrollé mi vida; él la cortará del telar; tú me consumirás entre el día y la noche.
13 Estuve en vela hasta la mañana. Como un león, él quebrará todos mis huesos; de la mañana a la noche terminarás conmigo.
14 Como la grulla y como la golondrina me quejo; gimo como la paloma; alzo hacia lo alto mis ojos. Oh Jehová, estoy oprimido; ¡ampárame!
15 ¿Qué diré? Él me lo dijo y él mismo lo ha hecho. Andaré pausadamente en la amargura de mi alma todos los años de mi vida.
16 Oh Señor, por estas cosas viven los hombres; en todas ellas está la vida de mi espíritu, pues tú me restablecerás y harás que viva.
17 He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz; pero a ti te agradó librar mi vida de la fosa de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
18 Porque el Seol no te agradecerá, ni la muerte te alabará. Los que descienden a la fosa no esperarán tu verdad.