1 Regocíjate , oh estéril, la que no daba a luz; prorrumpe en cánticos y da voces de júbilo, la que nunca ha estado de parto, porque más son los hijos de la desolada que los de la casada, ha dicho Jehová.
2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no escatimes; alarga tus cuerdas y fortalece tus estacas.
3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda, y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades desoladas.
4 No temas, porque no serás avergonzada, ni te humilles, porque no serás agraviada, porque te olvidarás de la vergüenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dice el Dios tuyo.