4 No temas, porque no serás avergonzada, ni te humilles, porque no serás agraviada, porque te olvidarás de la vergüenza de tu juventud y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dice el Dios tuyo.
7 Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias.
8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento, mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dice tu Redentor, Jehová.
9 Porque esto me será como las aguas de Noé, porque juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti ni te reprenderé.
10 Porque los montes se moverán y los collados serán quitados, mas no se quitará de ti mi bondad, ni el convenio de mi paz se romperá, dice Jehová, el que tiene misericordia de ti.