1 Oh los sedientos, ¡Venid a las aguas! Y los que no tienen dinero, ¡venid, comprad y comed! Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con manjares.
3 Inclinad vuestros oídos y venid a mí; escuchad, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros un convenio sempiterno, las misericordias firmes a David.
4 He aquí que yo lo di como testigo a los pueblos, como príncipe y como jefe a las naciones.
5 He aquí, llamarás a nación que no conoces, y naciones que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel, que te ha honrado.