17 Esperaré, pues, a Jehová, quien esconde su rostro de la casa de Jacob, y a él aguardaré.
18 He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte Sión.
19 Y si os dijeren: Preguntad a los que evocan a los muertos, y a los adivinos, y a los que susurran y a los que murmuran, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?
20 ¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
21 Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos; y acontecerá que, teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto.
22 Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad de angustia; y quedarán sumidos en las tinieblas.