15 El anciano y venerable de rostro es la cabeza, y el profeta que enseña mentira es la cola.
16 Porque los que guían a este pueblo lo hacen errar, y los que ellos guían son destruidos.
17 Por tanto, el Señor no se complacerá en sus jóvenes, ni de sus huérfanos ni de sus viudas tendrá misericordia, porque todos son profanos y malhechores, y toda boca habla necedades. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida.
18 Porque la maldad se enciende como fuego; cardos y espinos devorará, y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo.
19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscurece la tierra, y el pueblo es como pasto del fuego; ningún hombre tiene piedad de su hermano.
20 Cada uno arrebatará a la mano derecha y tendrá hambre; y comerá a la izquierda y no se saciará; cada cual comerá la carne de su propio brazo:
21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano todavía está extendida.