17 Por tanto, el Señor no se complacerá en sus jóvenes, ni de sus huérfanos ni de sus viudas tendrá misericordia, porque todos son profanos y malhechores, y toda boca habla necedades. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida.
18 Porque la maldad se enciende como fuego; cardos y espinos devorará, y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo.
19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscurece la tierra, y el pueblo es como pasto del fuego; ningún hombre tiene piedad de su hermano.
20 Cada uno arrebatará a la mano derecha y tendrá hambre; y comerá a la izquierda y no se saciará; cada cual comerá la carne de su propio brazo:
21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano todavía está extendida.