28 y habitará en las ciudades asoladas, en las casas inhabitadas, que están a punto de convertirse en ruinas.
29 No se enriquecerá, ni durarán sus bienes, ni extenderá por la tierra sus posesiones.
30 No escapará de las tinieblas; la llama secará sus ramas, y con el aliento de su boca perecerá.
31 No confíe el iluso en la vanidad, porque ella será su recompensa.
32 Ésta se cumplirá antes de su tiempo, y sus renuevos no reverdecerán.
33 Como la vid, perderá sus uvas antes de madurar y esparcirá su flor como el olivo.
34 Porque el estar en compañía de los impíos es estéril, y el fuego consumirá las tiendas del soborno.