Job 33 RVR1909

1 Por tanto, Job, oye ahora mis razones, y escucha todas mis palabras.

2 He aquí, he abierto ahora mi boca, y mi lengua hablará en mi boca.

3 Mis razones provendrán de la rectitud de mi corazón, y lo que saben mis labios lo hablarán con sinceridad.

4 El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.

5 Si puedes, contradíceme; dispón tus palabras; ponte de pie delante de mí.

6 Heme aquí, conforme a tu dicho, como tú, ante Dios; de barro fui yo también formado.

7 He aquí que mi terror no te espantará, ni mi mano será pesada sobre ti.

8 Ciertamente tú dijiste a oídos míos, y yo oí la voz de tus palabras que decían:

9 Yo soy limpio y sin transgresión; soy inocente, y no hay iniquidad en mí.

10 He aquí que él halla motivos de queja contra mí; me tiene por su enemigo;

11 pone mis pies en el cepo; vigila todas mis sendas.

12 He aquí, en esto no has sido justo; yo te respondo que Dios es mayor que el hombre.

13 ¿Por qué contiendes contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.

14 Sin embargo, Dios habla una y otra vez, pero el hombre no lo percibe.

15 En sueños, en visión nocturna, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho,

16 entonces revela al oído de los hombres y les confirma su instrucción,

17 para apartar al hombre de lo que hace, y alejar del hombre la soberbia.

18 Librará su alma de la fosa, y su vida de perecer a espada.

19 También sobre su cama es castigado con dolor constante en todos sus huesos,

20 que le hace que su vida aborrezca el pan y su alma la comida exquisita.

21 Su carne desaparece de la vista, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.

22 Y su alma se acerca a la fosa, y su vida a los que causan la muerte.

23 Si tuviera cerca de él un ángel, un mediador, uno entre mil, para anunciar al hombre lo que es recto,

24 para decirle que Dios tiene misericordia de él, que lo libra de descender a la fosa, que le ha hallado redención.

25 Su carne será más tierna que la de un niño, y volverá a los días de su juventud.

26 Orará a Dios, y éste le favorecerá; y verá su faz con júbilo, y él restituirá al hombre su justicia.

27 Él mira sobre los hombres; y al que diga: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado,

28 Dios redimirá su alma para que no descienda a la fosa, y su vida verá la luz.

29 He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre,

30 para rescatar su alma de la fosa y para iluminarlo con la luz de los vivientes.

31 Escucha, Job, óyeme; calla, y yo hablaré.

32 Si tienes razones, respóndeme; habla, porque yo quiero justificarte.

33 Y si no, escúchame tú a mí; calla, y te enseñaré sabiduría.

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