6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tus manos; pero guarda su vida.
7 Y salió Satanás de delante de Jehová e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta de su pie hasta la coronilla de su cabeza.
8 Y tomaba un pedazo de teja para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.
9 Entonces le dijo su esposa: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
10 Pero él le dijo: Has hablado como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas. ¿Pues qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
11 Y tres amigos de Job, Elifaz, el temanita, y Bildad, el suhita, y Zofar, el naamatita, luego que oyeron de todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar, porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.
12 Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo reconocieron y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.