15 o con los príncipes que poseían el oro, que llenaban sus casas de plata;
16 o, ¿por qué no fui escondido como un aborto, como los pequeñitos que nunca vieron la luz?
17 Allí los malvados dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas.
18 Allí asimismo reposan los cautivos; no oyen la voz del capataz.
19 Allí están el pequeño y el grande, y el siervo libre de su señor.
20 ¿Por qué se da luz al que sufre y vida a los de ánimo amargado,
21 a los que esperan la muerte, pero no les llega, aunque la buscan más que a tesoros,