25 Por tanto, él conoce las obras de ellos, y los trastorna en la noche, y son quebrantados.
26 Como a malos, los herirá en lugar donde sean vistos,
27 por cuanto se apartaron de él y no consideraron ninguno de sus caminos,
28 haciendo que el clamor del pobre llegase a él, y que oyera el clamor de los necesitados.
29 Y si él da reposo, ¿quién condenará? Si esconde el rostro, ¿quién le mirará? Esto sobre una nación y lo mismo sobre un hombre,
30 a fin de que no reine el hombre impío ni ponga trampas al pueblo.
31 De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya el castigo; no ofenderé ya más;