5 Su mies comerán los hambrientos y la sacarán de entre las espinas; y los sedientos beberán su hacienda.
6 Porque la aflicción no sale del polvo, ni el sufrimiento brota de la tierra.
7 Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.
8 Ciertamente yo buscaría a Dios y le encomendaría mi causa;
9 Él hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin número;
10 él da la lluvia sobre la faz de la tierra y envía las aguas sobre los campos;
11 él pone en alto a los humildes y da seguridad a los enlutados;