8 Pero los salvó por amor de su nombre, para dar a conocer su poder.
9 Y reprendió al Mar Rojo, y se secó; y los hizo ir por el abismo como por un desierto.
10 Y los salvó de manos del enemigo, y los rescató de manos del adversario.
11 Y las aguas cubrieron a sus enemigos; no quedó ni uno de ellos.
12 Entonces creyeron sus palabras, y cantaron su alabanza.
13 Bien pronto olvidaron sus obras; no esperaron su consejo.
14 Se entregaron a un deseo desenfrenado en el desierto, y tentaron a Dios en el yermo.