Salmos 27 RVR1909

1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

2 Cuando se abalanzaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para devorar mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

3 Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.

4 Una cosa he pedido a Jehová; ésta buscaré: que more yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová y para meditar en su templo.

5 Porque él me esconderá en su escondite en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su tabernáculo; me pondrá en alto sobre una roca.

6 Entonces levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios con voces de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí y respóndeme.

8 Has dicho: Buscad mi rostro. Mi corazón ha dicho: Tu rostro buscaré, oh Jehová.

9 No escondas tu rostro de mí; no apartes con ira a tu siervo. Mi ayuda has sido; no me dejes ni me desampares, oh Dios de mi salvación.

10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen, con todo, Jehová me recogerá.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.

12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos, porque se han levantado contra mí testigos falsos y los que respiran crueldad.

13 Hubiera yo desmayado si no creyese que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes.

14 Espera en Jehová; esfuérzate, y él alentará tu corazón. Sí, espera en Jehová.