Salmos 72 RVR1909

1 Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.

2 Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio.

3 Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados justicia.

4 Juzgará a los afligidos del pueblo, salvará a los hijos del menesteroso y aplastará al opresor.

5 Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación.

6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada, como la copiosa lluvia que moja la tierra.

7 Florecerá en sus días la justicia, y habrá abundancia de paz, hasta que no haya luna.

8 Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.

9 Ante él se postrarán los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán obsequios.

11 Y se postrarán ante él todos los reyes; todas las naciones le servirán.

12 Porque él librará al menesteroso cuando clame, también al afligido y al que no tenga quien le socorra.

13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los menesterosos.

14 De fraude y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá.

16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17 Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras dure el sol, y benditas serán en él todas las naciones; le llamarán bienaventurado.

18 Bendito sea Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas.

19 Y bendito sea su glorioso nombre para siempre, y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, el hijo de Isaí.