Salmos 119 RVR1909

1 Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la ley de Jehová.

2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan,

3 pues no hacen iniquidad, sino que andan en sus caminos.

4 Tú has mandado que se guarden diligentemente tus preceptos.

5 ¡Ojalá fuesen dirigidos mis caminos para observar tus estatutos!

6 Entonces no sería yo avergonzado cuando observara todos tus mandamientos.

7 Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprenda tus justos juicios.

8 Tus estatutos guardaré; no me abandones nunca.

9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado tus palabras para no pecar contra ti.

12 ¡Bendito tú, oh Jehová! enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.

14 Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza.

15 En tus preceptos meditaré y consideraré tus caminos.

16 Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.

17 Haz bien a tu siervo, para que viva y guarde tu palabra.

18 Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.

19 Forastero soy yo en la tierra; no escondas de mí tus mandamientos.

20 Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.

21 Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.

22 Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, porque tus testimonios he guardado.

23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, mas tu siervo meditaba en tus estatutos.

24 Pues tus testimonios son mis deleites y mis consejeros.

25 Al polvo está pegada mi alma; vivifícame según tu palabra.

26 Mis caminos he declarado, y tú me has respondido; enséñame tus estatutos.

27 Hazme entender el camino de tus preceptos, y hablaré de tus maravillas.

28 Se deshace mi alma de pesar; susténtame según tu palabra.

29 Aparta de mí el camino de la mentira, y en tu misericordia concédeme tu ley.

30 He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.

31 Me he apegado a tus testimonios; oh Jehová, no me avergüences.

32 Por el camino de tus mandamientos correré cuando ensanches mi corazón.

33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.

34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley y la observaré de todo corazón.

35 Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.

36 Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia.

37 Aparta mis ojos para que no vean la vanidad; vivifícame en tu camino.

38 Confirma tu palabra a tu siervo que te teme.

39 Quita de mí el oprobio que temo, porque buenos son tus juicios.

40 He aquí, yo he anhelado tus preceptos; vivifícame en tu justicia.

41 Y venga a mí tu misericordia, oh Jehová; tu salvación, conforme a tu dicho.

42 Y daré respuesta a quien me afrenta, porque en tu palabra he confiado.

43 Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero.

44 Y guardaré tu ley siempre, para siempre jamás.

45 Y andaré en libertad, porque busqué tus preceptos.

46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes y no me avergonzaré.

47 Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos, que amo, y meditaré en tus estatutos.

49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.

50 Ésta es mi consuelo en mi aflicción, porque tu palabra me ha vivificado.

51 Los soberbios se han burlado mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley.

52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, y me consolé.

53 Ardiente indignación se apoderó de mí, a causa de los inicuos que abandonan tu ley.

54 Cánticos han sido para mí tus estatutos en la casa de mi peregrinar.

55 Me he acordado por la noche de tu nombre, oh Jehová, y he guardado tu ley.

56 Esto he tenido, porque he guardado tus preceptos.

57 Tú eres mi porción, oh Jehová; he dicho que guardaré tus palabras.

58 Tu presencia he suplicado de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra.

59 Consideré mis caminos y volví mis pies a tus testimonios.

60 Me apresuré y no me tardé en guardar tus mandamientos.

61 Los lazos de los malvados me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley.

62 A medianoche me levantaré a alabarte por tus justos juicios.

63 Compañero soy yo de todos los que te temen y de los que guardan tus preceptos.

64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.

65 Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra.

66 Enséñame buen juicio y conocimiento, porque tus mandamientos he creído.

67 Antes que fuera yo afligido, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.

68 Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos.

69 Contra mí forjaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus preceptos.

70 El corazón de ellos se ha vuelto insensible como grasa, mas yo en tu ley me he deleitado.

71 Bueno me es haber sido afligido, para que aprenda tus estatutos.

72 Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.

73 Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento y aprenderé tus mandamientos.

74 Los que te temen me verán y se alegrarán, porque en tu palabra he esperado.

75 Yo sé, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me has afligido.

76 Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.

77 Vengan a mí tus misericordias para que yo viva, porque tu ley es mi deleite.

78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo meditaré en tus preceptos.

79 Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios.

80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.

81 Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra.

82 Desfallecen mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

83 Aunque estoy como odre en el humo, no he olvidado tus estatutos.

84 ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

85 Los soberbios me han cavado fosas, mas no proceden según tu ley.

86 Todos tus mandamientos son fidedignos. Con falsedad me persiguen; ayúdame.

87 Casi han terminado conmigo en la tierra, mas yo no he abandonado tus preceptos.

88 Vivifícame conforme a tu misericordia, y guardaré el testimonio de tu boca.

89 Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos.

90 De generación en generación es tu fidelidad; tú estableciste la tierra, y ésta permanece.

91 Por tus juicios permanecen hasta hoy, porque todos son tus siervos.

92 Si tu ley no hubiese sido mi deleite, ya en mi aflicción hubiera perecido.

93 Nunca jamás me olvidaré de tus preceptos, porque con ellos me has vivificado.

94 Tuyo soy yo; sálvame, porque he buscado tus preceptos.

95 Los malvados me han esperado para destruirme, mas yo consideraré tus testimonios.

96 A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.

97 ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

98 Me has hecho más sabio que mis enemigos mediante tus mandamientos, porque siempre están conmigo.

99 Tengo más entendimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.

100 Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus preceptos.

101 De todo mal camino he refrenado mis pies, para guardar tu palabra.

102 No me he apartado de tus juicios, porque tú me enseñaste.

103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, más que la miel a mi boca.

104 De tus preceptos adquiero inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

105 Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino.

106 Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios.

107 Afligido estoy en gran manera; vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

108 Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables las ofrendas voluntarias de mi boca; y que me enseñes tus juicios.

109 De continuo está mi vida en mis manos, mas no me he olvidado de tu ley.

110 Me tendieron trampa los malvados, pero yo no me desvié de tus preceptos.

111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón.

112 Mi corazón he inclinado a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.

113 Aborrezco a los de doble ánimo, pero amo tu ley.

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.

115 Apartaos de mí, malhechores, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no permitas que me avergüence de mi esperanza.

117 Sostenme, y seré salvo; y yo siempre tendré en cuenta tus estatutos.

118 Has hollado a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su astucia es falsedad.

119 Como escoria hiciste desechar a todos los malvados de la tierra; por tanto, yo he amado tus testimonios.

120 Mi carne se estremece por temor de ti, y de tus juicios tengo miedo.

121 Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores.

122 Sé fiador de tu siervo para bien; no me opriman los soberbios.

123 Mis ojos desfallecen por tu salvación y por la palabra de tu justicia.

124 Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.

125 Tu siervo soy yo; dame entendimiento para conocer tus testimonios.

126 Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han quebrantado tu ley.

127 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que el oro refinado.

128 Por eso estimo rectos todos tus preceptos; aborrezco todo camino de falsedad.

129 Maravillosos son tus testimonios, por eso, los guarda mi alma.

130 La exposición de tus palabras da luz; hace entender a los ingenuos.

131 Mi boca abrí y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.

132 Mírame y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.

133 Afirma mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134 Líbrame de la opresión de los hombres, y guardaré tus preceptos.

135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos.

136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

137 Justo eres tú, oh Jehová, y rectos tus juicios.

138 Tus testimonios, que has mandado, son rectos y muy fieles.

139 Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140 Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo.

141 Pequeño soy yo y despreciado, mas no me he olvidado de tus preceptos.

142 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley es la verdad.

143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí, mas tus mandamientos son mis deleites.

144 Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.

145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, oh Jehová, y guardaré tus estatutos.

146 A ti clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios.

147 Me anticipé al alba y clamé; esperé en tu palabra.

148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tu palabra.

149 Oye mi voz conforme a tu misericordia; oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.

150 Se acercan los que siguen la maldad; lejos están de tu ley.

151 Cercano estás tú, oh Jehová, y todos tus mandamientos son verdad.

152 Desde hace mucho he sabido de tus testimonios, que para siempre los has establecido.

153 Mira mi aflicción y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado.

154 Aboga mi causa y redímeme; vivifícame conforme a tu palabra.

155 Lejos está de los malvados la salvación, porque no buscan tus estatutos.

156 Muchas son tus tiernas misericordias, oh Jehová; vivifícame conforme a tus juicios.

157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, mas de tus testimonios no me he apartado.

158 Veía a los transgresores y me repugnaba, porque no guardaban tu palabra.

159 Mira, oh Jehová, cuánto amo tus preceptos; vivifícame conforme a tu misericordia.

160 La suma de tu palabra es verdad, y eternos son todos tus justos juicios.

161 Príncipes me han perseguido sin causa, mas mi corazón teme tu palabra.

162 Me regocijo en tu palabra como el que halla un gran botín.

163 La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo.

164 Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios.

165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.

166 Tu salvación he esperado, oh Jehová, y tus mandamientos he puesto por obra.

167 Mi alma ha guardado tus testimonios, y los amo en gran manera.

168 He guardado tus preceptos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.

169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra.

170 Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.

171 Rebosen mis labios de alabanza, porque me enseñas tus estatutos.

172 Hablará mi lengua tu palabra, porque todos tus mandamientos son justos.

173 Socórrame tu mano, porque tus preceptos he escogido.

174 He anhelado tu salvación, oh Jehová, y tu ley es mi deleite.

175 Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden.

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me olvido de tus mandamientos.