128 Por eso estimo rectos todos tus preceptos; aborrezco todo camino de falsedad.
129 Maravillosos son tus testimonios, por eso, los guarda mi alma.
130 La exposición de tus palabras da luz; hace entender a los ingenuos.
131 Mi boca abrí y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos.
132 Mírame y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu nombre.
133 Afirma mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134 Líbrame de la opresión de los hombres, y guardaré tus preceptos.