6 Tu justicia es como las montañas de Dios; tus juicios, las grandes profundidades. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu amorosa bondad! Por eso los hijos de los hombres se refugian bajo la sombra de tus alas.
8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú les darás de beber del torrente de tus deleites.
9 Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.
10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.
11 No venga contra mí el pie de la soberbia, ni me mueva la mano de los impíos.
12 Allí cayeron los obradores de iniquidad; fueron derribados y no podrán levantarse.