1 Pacientemente esperé a Jehová, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.
2 Y me sacó del pozo turbulento, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre una roca y enderezó mis pasos.
3 Y puso en mi boca cántico nuevo, canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán, y confiarán en Jehová.
4 Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no se vuelve a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira.