15 Señor, abre mis labios, y proclamará mi boca tu alabanza,
16 porque tú no quieres sacrificio, que yo sí daría; no te deleitas en holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón quebrantado y contrito no despreciarás tú, oh Dios.
18 Haz bien con tu benevolencia a Sión; edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces se ofrecerán sobre tu altar becerros.