7 Sean disipados como aguas que corren; cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.
8 Pasen ellos como el caracol que se deshace; como el que nace muerto, no vean el sol.
9 Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos, así vivos, así airados, los barrerá él con tempestad.
10 Se alegrará el justo cuando vea la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío.
11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.