8 Moab es la vasija para lavarme; sobre Edom echaré mi calzado; haz júbilo sobre mí, oh Filistea.
9 ¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?
10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado? Tú, oh Dios, que ya no sales con nuestros ejércitos.
11 Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres.
12 Con Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.