11 Y se postrarán ante él todos los reyes; todas las naciones le servirán.
12 Porque él librará al menesteroso cuando clame, también al afligido y al que no tenga quien le socorra.
13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los menesterosos.
14 De fraude y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
15 Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá.
16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
17 Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras dure el sol, y benditas serán en él todas las naciones; le llamarán bienaventurado.