1 Con mi voz clamé a Dios; a Dios clamé con mi voz, y él me escuchó.
2 Al Señor busqué en el día de mi angustia; mis manos se extendían de noche sin cansarse; mi alma rehusaba consuelo.
3 Me acordaba de Dios y me turbaba; me quejaba y desmayaba mi espíritu. Selah
4 Mantenías abiertos los párpados de mis ojos; estaba yo quebrantado y no podía hablar.
5 Consideraba los días de antaño, los años de los tiempos antiguos.