1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2 Mi alma anhela los atrios de Jehová y aun desfallece por ellos; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.
3 Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío y Dios mío.
4 Bienaventurados los que habitan en tu casa; continuamente te alabarán. Selah